CÓDIGO DE LAS JUSTAS RELACIONES DEL CLAN

CÓDIGO DE LAS JUSTAS RELACIONES DEL CLAN

Consejo de Jóvenes Ancianos 2013

1.      Actúa sin una agenda preestablecida, en la espontaneidad de la acción total.

No te dejes manipular y, desde el corazón, haz lo que debe hacerse. Ahora.

Mantén la ecuanimidad en todas las circunstancias, favorables o adversas.

Valora la alegría, el cultivo del silencio y el control de ti mismo.

2. Si dejas de creer en la separación con el otro, estás curado y curarás el planeta.

Expande el amor a tu alrededor, amplía tu cuerpo luminoso, así La Presencia guiará tu vida.

­Se siempre consciente de los signos y sincronicidades que te ofrece el Espíritu,

y podrás afrontar dignamente los desafíos que la existencia pone en tu camino interno.

3.      Habla sólo palabras de verdad. Se sincero y deja a un lado juicios y murmuraciones.

Céntrate en las buenas cualidades de los demás y ve la luz palpitando en todas las situaciones.

Se objetivo ante ti mismo. Colabora activamente en la creación de una verdadera fraternidad.

No discutas nunca y recapitula las ofensas. Las comparaciones y juicios sólo limitan al que juzga.

4. Denuncia sin tregua aquello que sirve a la vieja energía materialista de control, miedo y esclavitud

Pero en el camino no uses sus métodos de ataque. Construye un puente que una los opuestos.

No es el tiempo de la lucha contra lo negativo, sino de crear lo positivo que viene

Una nueva brisa que arrasará con milenios de oscuridad, maldad y egoísmo.

5.      Las emociones negativas te hacen vulnerable al sufrimiento, a la enfermedad y a los accidentes.

Limpia tu corazón para que pueda transmutar el temor y la ira. Se empático con los demás.

No te auto compadezcas. Alimenta tu sentido del humor para reírte de tus propias debilidades.

No hay excusa posible a la falta de amor hacia uno mismo, que crea el rechazo hacia los demás.

5.      Lo que das eso te das y sólo puedes dar Ahora. Da lo que más necesitas y olvídate del recibir

La prosperidad, la salud y el amor son fruto de la energía disponible y del recto pensamiento.

Lo que niegas a los demás te lo estás negando a ti mismo.

Tu decides, porque tu eres el único programador de tu existencia.

5.      No hay poder fuera de la Presencia, invócala ante cada problema y confía plenamente en ella.

Nada ni nadie tiene potestad sobre ti salvo tu mismo. Tu miedo y pensamientos les otorgan poder

No hay riesgo, obstáculo, miedo o accidente sin su ayuda (por tus pensamientos inconscientes)

O te guía la Divina Presencia o lo hace el inconsciente, nunca la mente con la que te identificas.

5.      La muerte no existe por sí misma. Sólo el miedo o la creencia pueden matarte.

Acepta el riesgo de cambiar sin descanso, abandona temores y creencias aprendidos del pasado

Cree sólo en lo que viene de ti mismo, de tu experiencia interna,

y acepta que la vida te revele sus misterios en cada momento, por vulnerable que te sientas.

5.      No quieras cambiar a los demás. Cualquiera puede elegir en cada instante, según su visión.

El ser humano decide por sí mismo y todo es como debe ser, por gloria del Espíritu que Yosoy.

Somos arquitectos de nuestro destino. Vivimos la vida y la sociedad que somos capaces de concebir,

y no podemos ir más allá hasta que no cambien nuestros conceptos limitadores.

5.      Amar siempre es posible. Elévate de frecuencia ya. Lo que los otros hagan da igual.

Deja de ver que los otros te atacan y ve que tienen miedo. Piden ayuda a través de su violencia

Porque siempre contenemos lo opuesto de lo que elegimos, en la falsa dualidad entre bien y mal Reconoce y acepta este opuesto en ti mismo para vivir amorosamente, gozando de la existencia.

11. Escucha y no temas. Hoy lo que consideras justo lo es y lo que consideras malvado también lo es.

Pero hagas lo que hagas, aunque parezca ruin, nunca estará en contra de la voluntad de Dios,

aunque si puede estar al margen de la ley de la conciencia colectiva, que ya ha superado ese límite.

El Espíritu solo sabe amar y nunca distingue al bueno del malo.

12. No hay Verdad absoluta en el universo. Toda cosa es hija del pensamiento que es Dios.

Dios no tiene leyes y te deja libre para que realices tu verdad. ¿puedes aceptar algo tan grande?

Si juzgas al hombre juzgas a Dios, si lo limitas le limitas, si lo culpas le robas a Dios su divinidad.

No hay pecado. Todo el bien y el mal que has hecho perseguía el conocimiento. Así aprendes.

13.  Sobre la Tierra no hay más voluntad de dios que la tuya, ni una ley divina por encima de ti.

Tan sólo el deseo de que seas libre para expresar tu voluntad en la materia sin condiciones.

Que progreses de la oscuridad a la luz experimentándolo todo hasta que te liberes de ambas.

Entonces cada uno de tus actos estará lleno de conciencia y sentimiento de ser uno con el universo.

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Nadie es culpable y ya basta de crear enemigos, pero llega una brisa de cambio, lo nunca visto ni oído, y tenemos que caminar en pos de la nueva energía que restablecerá el Plan divino sobre la Tierra. Lo viejo, las tradiciones de la era que hoy se cierra, pierden su cualidad sagrada en cuanto el tiempo del reloj se colapsa. Las cuentas se han cumplido y hay que lanzarse al abismo de lo desconocido, de la conciencia crística de quinta dimensión. Y nada nos ha preparado para eso que viene. Por ello, aunque no sabemos a dónde nos puede llevar este viaje, si sabemos que construiremos lo nuevo con nuestras manos y nuestro corazón.

Asumamos que hay dirigentes que siguen atados a sus intereses, usando el poder contra la libertad de las gentes, y manejando las leyes para provecho de unos pocos, pero eso no los pone en contra de la voluntad del Espíritu, sino en contra de su cambio interno y del aumento de la frecuencia vibratoria necesario para el proceso de ascensión física y planetaria. Ellos deciden y ellos se juzgan declarándose culpables de no vibrar más en armonía con el resto de las gentes y del bien común. También hay compañeros cerca de nosotros (cuando no dentro), limitados en su visión por el sentimiento de confrontación, de lucha por la libertad, de reivindicación permanente, de absentismo, de juego personal por el liderazgo o de temor ante una misión tan planetaria, y deben ser respetados, todo ello sin traicionar nuestra propia concepción del cambio radical hacia la nueva era de paz.

Dejemos los clichés a un lado y, en cada reunión del Consejo, que podamos leer la energía que está presente en el Ahora de cada uno de nuestros hermanos y hermanas. Hemos de sentirla y escuchar las palabras que la manifiestan de boca de cualquiera de los demás miembros del Consejo. La verdad no es un concepto, sino un descubrimiento del espíritu, cuando estamos abiertos a su presencia, que así pondrá en nuestra boca las palabras justas que encarnen la compasión creativa hacia todos los seres, y el comienzo de lo Nuevo.

“Nuestra misión es ser conscientes del instante, tanto en el cuerpo como en el espíritu que soy,

mientras pasamos por todas las experiencias posibles de bondad y maldad en esta encarnación.

Y después de tantas generaciones en guerra, estamos prestos a abandonar la sangre como guía

y a realizar la naturaleza gloriosa de la vida en la paz del corazón”.