Los indios hopi son el modelo de una comunidad que se toma el tiempo para sopesar cada decisión importante, teniendo en cuenta el impacto que podría tener en las siete generaciones siguientes. Los hopi parecen comprender y experimentar la interrelación de todo lo creado. ¿Podemos tomarnos el tiempo necesario para aprender (como lo hacen este y otros pueblos indígenas) de nuestros ancianos y de nuestros niños? Con humildad, los hopi reconocen que los niños y los ancianos son los que están más cerca de Dios, y por eso honran su sabiduría y sus consejos.
Cuando empezamos a integrar esta actitud de espiritualidad natural en nuestras vidas cotidianas, nuestra percepción y nuestra consciencia se expanden, permitiéndonos experimentar nuestra abundancia y salir del pensamiento de escasez o de no tener nunca "suficiente". Empezamos a ver como se revelan las posibilidades y cómo se desarrolla una nueva cosmovisión o un nuevo mito. Los "problemas" se convierten en "situaciones", y entonces estamos abiertos a nuevas opciones. Comenzamos a identificarnos con nuestras "bondad" en lugar de hacerlo con nuestros conflictos. Las sincronicidades (coincidencias significativas), y en ocasiones los milagros (acontecimientos positivos inexplicables), pueden ocupar su lugar natural en nuestras vidas.Si estamos a punto de entrar en un nuevo mundo a escala personal, nacional y mundial con consecuencias multidimensionales, ¿cuál será el resultado de nuestras elecciones? Considera la posibilidad de examinar tus actividades diarias. ¿Qué elecciones has hecho? ¿Hay incongruencia entre lo que afirmas y tu forma de vivir? ¿Eres un ejemplo de lo que predicas?
El psicólogo Carl Gustav Jung decía que estamos viviendo en una época en el que las cosmovisiones (los arquetipos) están cambiando, y que los tiempo más difíciles vendrán cuando las antiguas cosmovisiones dejen de ocupar el escenario contral y las nuevas todavía no se hayan revelado. Nuestro gran reto será relacionarnos a partir de nuestros corazones, siendo compasivos los unos con los otros, mientras demos a luz a una nueva era y dejamos un legado viviente para nuestros hijos.
¿Podemos tener en cuenta a nuestros próximas siete generaciones? La profecía de los jefes hopi puede guiarnos:
NOSOTROS SOMOS AQUELLOS
A LOS QUE HEMOS ESTADO ESPERANDO
Le habéis estado diciendo a la gente
que está es la Undécima Hora.
Ahora, regresad y decidles que la Hora ha llegado,
y que ahora deben pensar.
¿Dónde estáis viviendo?
¿Qué estáis haciendo?
¿Qué hay de vuestras relaciones? ¿Son relaciones correctas?
¿Dónde está vuestra agua?
Conoced vuestro Jardín.
Es hora de que cuentes tu Verdad.
Crea tu comunidad.
Sed buenos los unos con los otros.
Y no busques un Líder fuera de ti.
¡Ésta podría ser una buena época!
Ahora, el río fluye con mucha rapidez; es tan grande y tan veloz que algunos tendrán miedo y sufrirán mucho. Debes saber que el río tiene un destino. Ahora, debemos abandonar la orilla, ir hacia en centro con los ojos bien abiertos y manteniendo nuestras cabezas por encima del agua. Y observa quién está ahí contigo, y ¡celebra!. En éste momento de nuestra historia, no debemos tomarnos nada como lago personal; nosotros menos que nadie.
Porque, en el instante en que lo hagamos, nuestro viaje espiritual se detendrá.
El tiempo del Lobo Solitario ha llegado a su fin. ¡Reuníos! Todo lo que hagamos debemos hacerlo de una forma sagrada y con una celebración.
Nosotros somos aquellos a los que hemos estado esperando.
Jefes de la nación hopi
Oraibi, Arizona, 2000
Creemos que no debemos dejar este objetivo en manos de nuestros políticos y otras figuras de autoridad, pues sabemos que a menudo son inconsecuentes y poco constructivos en sus actos. Los jefes hopi concluyeron: "Nosotros somos aquellos a los que hemos estado esperando". Empecemos dentro de nosotros mismos. Tomamos nuestros pensamientos conflictivos y los elevamos, finalmente, a la paz. Conmovemos a otras personas con este acto: es el poder de nuestra propia humildad. Y, entonces, tenemos la esperanza de que se extenderá hasta incluir a todos los miembros del planeta.
(Texto extraído del libro titulado "El poder de la humildad". Varios autores)
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